lunes, 19 de marzo de 2012

Ambición vs Talento


El otro día viendo una película escuché una frase que decía: “Mi ambición superaba mi talento”. Me quedé pensando un rato en eso, en ese binomio, y se me ocurrió escribir sobre ello. Allá vamos.

Ojalá existiera una fábrica de talento! Me compraría uno

Creo que ser ambicioso es importante, si no me pongo retos ambiciosos no conseguiría la motivación para entrenar y acumular kilómetros. Por otro lado, esos objetivos tienen que ser un balance de realismo y superación, y eso no siempre es fácil, porque cuando no te conoces demasiado, el objetivo puede ser menos ambicioso de lo que podría, o viceversa (que es aún peor).

Llegar al límite no es malo!

Aquí me viene a la cabeza la famosa frase de Ajram “no sé donde está el límite, pero sé donde no está”. El límite hay que conocerlo, hay que llegar alguna vez a él, lo que no significa que sea siempre fijo. Con entrenamiento y ganas se puede ir alejando ese límite, pero yo creo que es importante verse al límite para saber lo que es una pájara, que la mente te diga que no puedes más, o que las piernas fallen. Y lo digo yo, que he acabado todas las competiciones a las que he me presentado, aunque no siempre en las mejores condiciones.

En mi caso sólo recuerdo una vez que me haya visto al límite, fue en mi primer maratón. Nunca he hecho un maratón corriendo, pero sí andando en mi primera etapa del camino de Santiago. Tras pasar el km 30 y después de haber parado, los últimos 12 km fueron realmente duros, hasta el punto de querer abandonar. Ampollas en los pies, la espalda cargada de llevar la mochila, llevar caminando solo más de 8 horas (al final serían 10 horas andando) y no ver la hora de llegar fue, tanto física como psicológicamente, el momento más duro.

Paisaje típico de mi semana en el camino.

Volviendo al tema, el talento es la otra de las patas. No considero que tenga un talento especial para el triatlón, más bien al revés, creo que no tengo un cuerpo adecuado para este deporte. Siempre me he sentido más cómodo en deportes de equipo y en el trabajo de pesas. No tengo grandes condiciones físicas para la práctica del triatlón, además de no ser especialmente bueno en ninguna de las 3 disciplinas.

Llegada de la Fora Limits de 2011. Llegué último del segmento de bici (BTT), aunque acabé haciendo la mejor carrera a pie

De todas formas, el triatlón no lo practico para destacar ni llegar el primero, sino como una forma de ser ambicioso. En mi trabajo no busco la gloria, son estructuras muy jerárquicas donde cuesta mucho tener visibilidad y donde hay mucha competitividad entre las personas. La gloria, por llamarlo de alguna manera, la consigo mediante el deporte, cruzar una meta y ver que voy consiguiendo superar objetivos son mejor que cualquier ascenso profesional o subida de sueldo.