sábado, 26 de marzo de 2011

Lesiones y objetivos

Ya dije hace varios posts que tenía una fractura de escafoides. El escafoides es un hueso de la muñeca, y me lo fracturé haciendo snowboard el 11 de Febrero.


Lo que parecía ser un esguince (quizá era más mi deseo que lo que realmente parecía...) fue una fractura con un pronóstico de 3 meses. Fue una putada tremenda, no me esperaba que fuese tanto y lo primero que pensé cuando me dieron la noticia fue que no podría entrenar. Justo por esa época venía arrastrando una lesión de rodilla que no me dejaba correr sin dolor. Siendo muy optimista pensé que era una oportunidad para recuperarme del todo, rodilla y mano, y de alguna manera era un aviso por la carga de trabajo que venía acumulando.


El escafoides, un hueso que no sabía que existiese hasta hace 2 meses




En los últimos 4 meses he estado en manos de 3 o 4 médicos. Me han hecho radiografías (de rodilla y muñeca), una resonancia de rodilla, una ecografía de la rodilla, un TAC de la muñeca y varias exploraciones.


Después de todo ese "calvario", el jueves pasado me quitaron el yeso de la mano. Ahora toca recuperar la movilidad de la muñeca para poder volver a las pesas y la natación. Por otra parte, la rodilla parece que está bien después de todas las pruebas que me han hecho. Así que ahora puedo volver a entrenar, aunque poco a poco para no forzar la vuelta. La realidad es que no llegué a parar del todo, porque iba haciendo lo que podía, mucha bici estática y correr distancias cortas para probar la rodilla. El resumen de este tiempo de parón ha sido: 11h 20' sobre la bici estática, 4h corriendo para 41 km, 3h de gimnasio con pesas de piernas. No diré a qué olía el yeso después de 6 semanas y 18 horas de ejercicio...


Estoy al 60%, sólo puedo ir hacia arriba! Por delante, estrenar la bici, volver al agua para mejorar la natación y sobretodo, poder correr sin dolor



jueves, 17 de marzo de 2011

Perfeccionismo vs exigencia

Siempre he escuchado a gente que se definen a sí mismos como perfeccionistas. Realmente nunca he sabido si lo dicen como una virtud o como un defecto, aunque es muy socorrido utilizarlo como defecto en una entrevista de trabajo.


También escucho a muchas personas definirse como exigentes consigo mismas. La principal diferencia es que éstos suelen decirlo como una virtud. Ser perfeccionista y ser exigente con uno mismo es muy diferente. La auto-exigencia saca lo mejor de uno mismo, te empuja a no conformarte con lo que has conseguido, pero el perfeccionismo es mucho más subjetivo y limitante. Dado que la perfección es subjetiva, el perfeccionismo también lo es. No voy a entrar en si la perfección existe o no, porque realmente no lo tengo claro, lo que sí sé es que depende de cada uno, de ahí que muchas veces nos refiramos a algo perfecto según nos convenga en un momento determinado.


Conozco a muy poca gente perfeccionista, yo definitivamente no lo soy
Realmente conozco a muy poca gente perfeccionista de verdad. Son esas personas que sufren porque algo no les sale como ellos consideran perfecto. La mayoría de estas pocas personas que conozco se frustran cuando no consiguen que algo les salga como ellos pretendían. El exigente consigo mismo trabajará para hacerlo mejor la próxima vez, dejando atrás la frustración y enfocándose en el esfuerzo para mejorar.


Mi consejo, no busques la perfección porque te pone límites. Si tienes la "suerte" de encontrar la perfección, ¿luego qué?

domingo, 13 de marzo de 2011

Las excusas

Desde Noviembre, cuando decidí que quería hacer triatlón, muchos amigos y conocidos se han ido enterando de mi decisión. Normalmente la primera impresión suele ser la sorpresa, y creo que seguida de un "qué cabrón, este hombre hace triatlón y yo llevo X meses/años sin pisar un gimnasio". Esta segunda reacción nadie la dice, pero yo la he tenido, y para no negativizarla dejémoslo en envidia sana.

En algunos casos la segunda lleva a muchos a una decisión impulsiva: "yo también lo haré!". Esta reacción suele estar muy influenciada por ese sentimiento de culpabilidad, pero volvamos a ser positivos, yo creo que también se debe a que conocer a alguien que hace triatlón allana el camino y lo hace más asequible. De hecho, esto fue, en cierta manera, lo que me pasó a mi. En mi caso, 2 compañeros del trabajo que ya pasan los 40 años, me hablaban de triatlón, maratones y demás pruebas de larga distancia, y ver que ellos podían me hizo darme cuenta de que yo también podré algún día.

Sin embargo, vamos al título del post, las excusas. La decisión impulsiva de hacer un triatlón se toma inconscientemente, traicionados por nuestro subconsciente que se siente mal, o como dijimos, se toma por ponerle cara y ojos a alguien cercano que practica este deporte. Sea como sea, en la mayoría de casos esa motivación suele durar no más de 1 semana, porque aparecen las EXCUSAS. He escuchado de todo, y haremos un listado con algunas de ellas:

1.- No tengo tiempo para entrenar tanto.
2.- Tanto deporte no es sano (esta me gusta especialmente).
3.- Yo no soy capaz
4.- Motivos de salud (se diferencia de la segunda porque se refiere a problemas de uno mismo, no generales como la 2), y separamos entre:
4.1.- Motivos de salud de riesgo: arritmias, operaciones ya sufridas que impiden la práctica de deporte. En este caso está más que justificado.
4.2.- Motivos de salud potenciales: estos son los que no se han tenido o, si se han tenido, ya se superaron. Son excusas como: "yo es que tuve un esguince con 8 años y desde entonces no me quedé igual", "mi bisabuelo tuvo artrosis y eso se hereda".

No pongas excusas, busca motivaciones que te den fuerzas para entrenar cada día.

Las excusas nos limitan y nos convencen de que lo mejor es seguir como estábamos. Es como aquellos dibujos del ángel y el demonio, que uno intenta animarte y el otro lo contrario. La única manera que se me ocurre de vencer las excusas es encontrar la/s motivación/es que te den fuerzas para entrenar y aguantar el camino, que muchas veces se hace muy cuesta arriba. Las motivaciones pueden ser internas o externas.

Haz caso al ángel que te anima a hacer lo correcto!

Las motivaciones externas son las que nos vienen dadas por otras personas. Estas motivaciones tienen un riesgo, generan dependencia de ese tercero que nos ha motivado. Ese riesgo se materializa en forma de abandono paulatino de la actividad física o entrenamiento. Las internas, por el contrario, nacen de uno mismo, en nuestro interior. Una motivación interna nos llevará a estar concienciados, convencidos y a tener interiorizada esa motivación en el día a día.

Es muy importante tener clara la diferencia entre las internas y las externas. Pongamos un ejemplo que nos ayudará a entenderlo mejor: hacer deporte por  motivos estéticos puede parecer una motivación interna, de hecho para mucha gente es LA motivación, pero esto no siempre es así. Lo que suele pasar es que es la imagen que queremos que otros tengan de nosotros, con lo cual es una motivación externa, no necesariamente de alguien en concreto, pero esa motivación muy posiblemente será pasajera, con lo que el riesgo de abandono es muy alto.

Encuentra tu motivación interna y cuando la tengas verás que todo fluye más fácilmente.

PD: Estreno logo en Kanarioman. Desde aquí agradezco a Óscar el esfuerzo que le ha dedicado al diseño, está a años luz del antiguo, y espero que se traduzca en más visitas poco a poco!

domingo, 6 de marzo de 2011

La confianza en ti mismo

En el día a día me encuentro con mucha gente. Estoy en contacto con compañeros de trabajo, con gente en el gimnasio y con mis compañeros de piso, además de amigos y familiares. La confianza en uno mismo es una de las cosas que más hecho en falta en todos ellos.


La mayoría de personas se ponen límites o barreras sin haber siquiera intentado derribarlas. Muchas personas se ven incapaces de hacer esto o lo otro, tienen miedos o ansiedad ante determinadas situaciones o retos. Es cierto que la confianza en uno mismo está muy marcada por la infancia, pero considero que se puede trabajar, y mucho, para mejorarla. El paso más importante quizá sea el cambiar la mentalidad de un "no puedo" a un "Por qué no?". Cuando te ves capaz de hacer cosas que antes te parecían imposibles tu confianza se eleva a niveles que te eran completamente desconocidos, y lo mejor es que lo puedes extrapolar a otros ámbitos de tu vida.


La confianza en ti mismo se trabaja desde niño, pero se puede mejorar siendo adulto.




Sin embargo, tan importante es la confianza en ti mismo como conocer tus puntos débiles. Mucha gente sólo ve sus limitaciones y eso les "castra" la confianza, ya que estas limitaciones les bloquean.


En el caso del multideporte, la confianza es vital para poder afrontar los esfuerzos que se necesitan para completar las pruebas. En mi caso, siempre he tenido muy poca resistencia, he sido más de fuerza o potencia dado que he pasado muchas más horas haciendo pesas que corriendo o rodando en bici. Sin embargo, tras haber entrenado durante algunos meses, empiezo a tener una resistencia mejor. Esto me ha hecho perder el miedo a las distancias largas, ahora correr 1 hora o estar 2 encima de una bici de spinning no me parece algo imposible. Perder el respeto a las distancias, darte cuenta de que no es tanto correr 10km, que no es tanto hacer 30 o 40 km en bicicleta me ayuda a afrontar el reto de un triathlon olímpico, donde tendré que combinar 1,5km a nado, seguido de 40 km en bici y 10 corriendo. La distancia Ironman es casi 4 veces la de un tri olímpico (3,9km nado, 180 bici y 42 corriendo). Tengo respeto por las 3 distancias por separado, aún.


Hoy ha sido la Marató de Barcelona, no he podido correrla entera por falta de entrenamiento y por tener la rodilla lesionada. He corrido 10 km de los 42,2 del recorrido total, algún día correré una maratón completa, hace un año y medio veía todo un reto correr 10km seguidos...


Y para terminar dejo un vídeo de tíos que tienen la confianza en sí mismos por las nubes, si no se me escapa cómo se presentan a un concurso así.