Desde Noviembre, cuando decidí que quería hacer triatlón, muchos amigos y conocidos se han ido enterando de mi decisión. Normalmente la primera impresión suele ser la sorpresa, y creo que seguida de un "qué cabrón, este hombre hace triatlón y yo llevo X meses/años sin pisar un gimnasio". Esta segunda reacción nadie la dice, pero yo la he tenido, y para no negativizarla dejémoslo en envidia sana.
En algunos casos la segunda lleva a muchos a una decisión impulsiva: "yo también lo haré!". Esta reacción suele estar muy influenciada por ese sentimiento de culpabilidad, pero volvamos a ser positivos, yo creo que también se debe a que conocer a alguien que hace triatlón allana el camino y lo hace más asequible. De hecho, esto fue, en cierta manera, lo que me pasó a mi. En mi caso, 2 compañeros del trabajo que ya pasan los 40 años, me hablaban de triatlón, maratones y demás pruebas de larga distancia, y ver que ellos podían me hizo darme cuenta de que yo también podré algún día.
Sin embargo, vamos al título del post, las excusas. La decisión impulsiva de hacer un triatlón se toma inconscientemente, traicionados por nuestro subconsciente que se siente mal, o como dijimos, se toma por ponerle cara y ojos a alguien cercano que practica este deporte. Sea como sea, en la mayoría de casos esa motivación suele durar no más de 1 semana, porque aparecen las EXCUSAS. He escuchado de todo, y haremos un listado con algunas de ellas:
1.- No tengo tiempo para entrenar tanto.
2.- Tanto deporte no es sano (esta me gusta especialmente).
3.- Yo no soy capaz
4.- Motivos de salud (se diferencia de la segunda porque se refiere a problemas de uno mismo, no generales como la 2), y separamos entre:
4.1.- Motivos de salud de riesgo: arritmias, operaciones ya sufridas que impiden la práctica de deporte. En este caso está más que justificado.
4.2.- Motivos de salud potenciales: estos son los que no se han tenido o, si se han tenido, ya se superaron. Son excusas como: "yo es que tuve un esguince con 8 años y desde entonces no me quedé igual", "mi bisabuelo tuvo artrosis y eso se hereda".
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No pongas excusas, busca motivaciones que te den fuerzas para entrenar cada día. |
Las excusas nos limitan y nos convencen de que lo mejor es seguir como estábamos. Es como aquellos dibujos del ángel y el demonio, que uno intenta animarte y el otro lo contrario. La única manera que se me ocurre de vencer las excusas es encontrar la/s motivación/es que te den fuerzas para entrenar y aguantar el camino, que muchas veces se hace muy cuesta arriba. Las motivaciones pueden ser internas o externas.
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Haz caso al ángel que te anima a hacer lo correcto! |
Las motivaciones externas son las que nos vienen dadas por otras personas. Estas motivaciones tienen un riesgo, generan dependencia de ese tercero que nos ha motivado. Ese riesgo se materializa en forma de abandono paulatino de la actividad física o entrenamiento. Las internas, por el contrario, nacen de uno mismo, en nuestro interior. Una motivación interna nos llevará a estar concienciados, convencidos y a tener interiorizada esa motivación en el día a día.
Es muy importante tener clara la diferencia entre las internas y las externas. Pongamos un ejemplo que nos ayudará a entenderlo mejor: hacer deporte por motivos estéticos puede parecer una motivación interna, de hecho para mucha gente es LA motivación, pero esto no siempre es así. Lo que suele pasar es que es la imagen que queremos que otros tengan de nosotros, con lo cual es una motivación externa, no necesariamente de alguien en concreto, pero esa motivación muy posiblemente será pasajera, con lo que el riesgo de abandono es muy alto.
Encuentra tu motivación interna y cuando la tengas verás que todo fluye más fácilmente.
PD: Estreno logo en Kanarioman. Desde aquí agradezco a Óscar el esfuerzo que le ha dedicado al diseño, está a años luz del antiguo, y espero que se traduzca en más visitas poco a poco!