Se terminó la aventura, la experiencia ha sido impresionante. No sé muy bien cómo ordenar la cantidad de cosas que me han pasado en 6 días. Lo mejor del camino, para mí, es que cada día fue distinto al anterior. Iremos día a día:
1.- Burgos - Castrojeniz: 41 km
Llegué en bus a Burgos a las 3:45 y empecé a andar. Era noche cerrada y tenía por delante más de 40km que completar. Los primeros 20 fueron muy buenos, buen ritmo y piernas respondiendo muy bien. A partir de ahí empezó el calvario, los últimos 10 era un cadáver andante: dolor de pies, ampollas, cansancio y pensamientos de abandono continuamente...
A destacar: haber sido capaz de aguantar, no sé si porque no quedaba más remedio o porque me veía capaz. Fueron 10 horas seguidas caminando solo todo el tiempo.
2.- Castrojeniz - Frómista: 25km
Segundo día mucho más corto, con muy buenas sensaciones tras el día anterior. Conozco a una familia catalana que me acompaña (o más bien les acompaño yo) durante unos 15-20 km. Ir hablando hace que el camino sea mucho más corto y fácil. Eso sí, los últimos 5km, solo otra vez, se hacen eternos.
A destacar: ir acompañado y disfrutar del camino y la gente. Descubro compeed ampollas ese día...luego volveremos con eso.
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Flechas amarillas de todos los tipos. Esta me gustó especialmente |
3.- Frómista - Carrión de los Condes: 18km
La etapa más fácil del camino según leí en mi guía. Para mí, aún con ampollas en los pies, se hace dura al final, también por saber que es corta e ir con el chip de q seria fácil. Etapa de transición, sabiendo q las siguientes 2 serán largas (40 y 36km). Al llegar me quito las ampollas -toda una experiencia...desagradable- y me pongo compeed ampollas. Ese día además conozco a Karmele, una chica vasca q me acompañó hasta el final.
A destacar: conocer a Karmele, que aunq probablemente nunca lea esto, fue una gran compañera de viaje. Desde q la conocí hasta el final fueron los mejores momentos.
4.- Carrión de los condes - Sahagún: 40km
Etapa larguísima otra vez. Pero gracias al compeed los pies van mejor hasta el km30. Karmele y yo fuimos a un ritmo bestial, 5km/hora (parece una mierda, pero aguantar ese ritmo 6 horas seguidas es la hostia). Llegados al último pueblo antes de Sahagún yo paro a comer y Karmele sigue. Al arrancar de nuevo voy muy mal, quedaban 8 km y los pies empiezan a doler mucho. Me estaba arrastrando y conocí a Miguel, otro vasco de 38 años.
A destacar: Miguel, todo un personaje. Hace el camino porque su mujer le dijo q no tenía huevos para hacerlo. El asume el reto y decide hacer TODOS los caminos (francés, portugués, del norte, de la plata y alguno más q se invente él mismo, dicho por él). Un tío siempre optimista, sonriendo todo el rato y buena gente.
5.- Sahagún - Mansilla de las Mulas: 36km
En compañía de Miguel y Karmele se hace muy fácil el camino. Vamos a buen ritmo, echando unas risas y conociendo gente. Es la mejor etapa sin duda pese a ser bastante larga. Karmele va peor porque no está haciendo su plan, sino el mío y el de Miguel, llegar a Mansilla.
A destacar: al llegar a Mansilla coincidimos con un grupo de 4 chicas vascas de 20 años. En el albergue voy coincidiendo con muchos conocidos de otros días y es una de las cosas más bonitas con las que me quedo.
6.- Mansilla de las Mulas - León: 18km
Última etapa, corta, sonrisa en la cara y alegría general. Karmele y Miguel también acaban en León y vamos todos con el mismo buen humor. Ver León por primera vez es la hostia, alegría por todos lados y disfrutando los últimos km. Hubo dudas de poder llegar hasta el final, fueron 180 km en 6 días y se está cumpliendo el plan. Saber q he seguido el plan perfectamente me sube la moral a tope. Haber sido capaz de caminar más de 45 horas y de aguantar las sensaciones de cada día es inolvidable.
A destacar: la llegada a León y toda la tarde y noche. Al llegar vimos la última procesión de semana santa, y al acabar empezó la fiesta. 10 horas bebiendo cerveza (tapa incluida) y sumando gente al grupo. Empezamos Miguel, Karmele y 2 amigos suyos que estaban en León de vacaciones, y acabamos un grupo d 11: las 4 vascas del día anterior, un portugués profesor de yoga y un italiano camarero que había vivido en Las Palmas. Fue tremendo, risas y buen rollo toda la tarde. Destaco a Ana, una de las chicas vascas que probablemente haya sido la persona que mejor recuerdo me ha dejado de todo el camino.
En otra entrada hablaré de las sensaciones y haré un resumen de cómo fue a nivel general.
Lo que es seguro es q habrá segunda parte, y espero que sea como muy tarde la próxima semana santa.